Los dos juntos.


Te juro que ayer estuve contigo, quizá no te hayas enterado pero por medio de mis versos sabrás que ayer estuviste conmigo, y aunque parezca un perdedor ayer en la noche compartí contigo más que una simple conversación de amigos, te puedo contar cada detalle sin olvidar su esencia, ni su color, ni su ubicación, tampoco donde estuviste y con que estabas vestida. Señora mía sabes que la sociedad, tus padres, los míos, tu hija e incluso eso que tienes de compañero de vida nos impiden decir a viva voz que ayer estuvimos los dos, y os juro que ayer estuvimos juntos en un mar de ilusiones, alucinaciones, delirios y quien sabe algún fenómeno paranormal que me llevo al desquicio.

Lo que conocemos de vida, lo real lo irreal todo lo que aprendimos desde pequeños ha sido por varios receptores bioquímicos en eso que han llamado cerebro que concluye con una interpretación, por eso te digo señora mía ayer tu olor estuvo conmigo, mis ojos te veían en un terciopelo fino, tus caricias llenaban mi piel de escalofríos, mi gusto saboreaba esos labios exquisitos, y tus palabras con tu sonrisa eran melodía mientras susurrabas a mi oído que me querías.

Por eso te digo compañera mía, amiga mía, señora mía ayer durante toda la noche usted fue mía y trato de decirlo con el impacto menos ofensivo, porque para mí fue lo más lindo lleno de cariño sin ninguna gota de canibalismo. Aunque se que fue un sueño prefiero pensar que todo lo que mi cerebro interpretó y recuerda fue porque tuvo algo de cierto para convertirlo en un hecho vivido, y así jurarte que ayer estuviste conmigo para susurrarme al oído lo mucho que me has querido.

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