PENSAMIENTOS AL AIRE

La tarde esta sola y sola mi alma espera ese mensaje que no llega. Hoy desperté muy de mañana y subí lo alto de mi casa, el sol aun esperaba tras una montaña cuando decidí mandarte un mensaje del alma. Y ahora que la tarde muere por mi ventana, no quiero volver a comerte el mismo agravio de enviarte otro mensaje de mi alma. Espero a las estrellas que gobiernen en mi ventana, para morir en silencio con tu indeferencia deseada. No temas cuando muera; que mi silencio y mi mensaje volaran a lo más alto de tus recuerdos cuando estés cansada de volver a leer mi mensaje. Robin 26/05/06

Hay amores en la vida que No se pueden olvidar. Hay lugares en la vida que No se deben olvidar… Era el 2001 cuando en mis apenas 16 años, me iba adaptando al mundo desconocido que era para mi Santiago de Chile, ahora como un recuerdo me veo despertándome de una siesta tipo 4 de la tarde, prendiendo la tele y viendo un video musical de Glup (grupo chileno)con la canción “Enamorado de ti”. Fue cuando entendí que ya comprendía un poco aquella sociedad, después de esto recuerdo a ver ido a la refrigeradora a ponerme un copa de helado, y volver a seguir mirando aquel video. Hasta ahora cada vez que escucho esta canción revivo muchos momentos tan chéveres que pase en aquellos tiempos y en aquellas tierras. El sol entraba por mi habitación dando una especie de efecto antiguo, armonioso, que disfrutaba mucho sobre todo en otoño. De una manera ilógica, casi siempre cuando me veo en esa habitación recuerdo a esa personita que con la ternura de un niño quise, y me veo en los ojos un brillo ca

Como cualquier día gris, los problemas, se van acumulando y parece ser que se concentran en una semana, todo va pasando a medida que lo vayas asimilando en esa eterna comprensión que nos ubica como seres humanos que razonamos y meditamos lo que nos espera, lo que nos pasa, lo que esperamos. Un profesor explicándonos sobre la depresión nos decía : el dolor de parto, o el dolor mas fuerte que se puedan imaginar, multiplicado por el doble, es el dolor que siente la persona depresiva, y por ello es que no aguantan mas y decide terminar con su vida para no seguir sintiendo aquel dolor. Pero las personas que no sufren de esta enfermedad simplemente es tristeza de la situación en la que se encuentran, como días grises se presentan a menudo los problemas hasta llegar un momento que termina por un lapso y cuando sientes que termino te das cuenta que en algún momento volverán, en ese respiro es cuando la tristeza se hace presente en la vida. Miro muchas veces al cielo nublado de quito, y mientra

El mar azul y el cielo azul Como tu alma y mi luz Como tu enojo y mi espera Como el mar azul y el cielo azul Que tranquilidad se siente al ver que ya no me quieres Al saber que tu luz ya no es azul Para este ser que ya no da más luz. La brisa fresca y las olas revueltas Como tu cara fresca y mis letras revueltas Como tu aroma fresca y mi pasión revuelta Como la brisa fresca y las olas revueltas. Que serenidad demuestras al oír que te quiero sin quererlo Al creer que mis letras revueltas no son Para ti sino que son para otra cara fresca. Las nubes blancas y la tierra negra Como tus ideas blancas y mi conciencia negra Como tu amor blanco y mi pena negra Como las nubes blancas y la tierra negra Que simple dejar de quererte aunque me duela hacerlo Aunque dejar de hacerlo seria partir del cielo Para no regresar a ver tu amor blanco de nuevo.

Escuchando música de antaño, recuerdos sin tiempo caen como lluvia de ideas… No corresponde el hecho de leer una carta escrita para otra persona pero se abrieron los ojos cegados por el tiempo, con un poema de Jorge Luis Borges “ Instantes”, trascrito con letra imprenta en un papel sucio por los años que ha estado guardado. Instantes (autor: Don Herold, adaptación: Borges) Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.