Don Beltrán.


Subido en el transporte público con rumbo a mi morada para un descanso merecido por el ajetreo del día, me senté en uno de los últimos asientos por el puro gusto, cuando de una forma inesperada me pide un señor permiso para sentarse en el puesto de alado.

En su cabello algunas canas, con una gorra en forma de boina, de contextura delgada, y un aire de buena persona, me dijo disculpe joven que vengo tomando unos aguardienticos, a lo que conteste no se preocupe, en realidad ese día había sido el cumpleaños de un gran amigo y también había tomado una o dos cervezas por cordialidad al momento. Pensé en silencio diciéndome no se preocupe señor que ya somos dos y sonreí.

El viaje comenzó de nuevo y aquel hombre escuchaba la radio, cuando empezó la conversación riéndose, este Pato Borja (locutor de radio en Ecuador) no cambia, un muchacho rockero, como todos de esa época. Me contó que se había ido a la playa con unos amigos en una camioneta cuando joven, y ellos inquietos solo andaban de joda con una gran tenista que no se acordó el nombre pero que era el mejor en toda la historia ecuatoriana.

La conversación fue cambiando de tema, y relataba que estudio en un colegio jesuita, salio de bachiller, entro a la universidad pero en ese andar en la vida no término sino de tecnólogo, trabajo muchos años en el seguro social, y me decía que en una de sus idas a la playa se intoxicó, cuando regreso a quito para ser tratado su propia compañera de trabajo no quiso dar el pase, se ríe y me dice justo no aguante las ganas de vomitar, y fue cuando me dieron el pase al hospital.

No se de donde salio el tema, pero me comentaba que los ladrones son ladrones, y que su rehabilitación esta muy mal fundamentada en meterles a una cárcel donde mejor aprende técnicas para cuando salga, se debería comprender que esta en su adentro el robar, deberían tener otro trato, algo mas psicológico algo más científico.

La experiencia puede tener mucha importancia, pero el nombre de un titulo me hace sentir mal me decía, en donde el trabaja es un simple tecnólogo, donde algunos meses atrás había entrado una señorita ingeniera y que ya era su Jefa, Señor Beltrán explíqueme como es esto. La señorita con muchos años de estudio y titulada suele pedir ayuda al señor Beltrán, son una sonrisa me dice, a mi me quieren en el trabajo, incluso hay una señora que se me insinúa y digo tengo mi señora así que no puedo complacerla. Ríe de nuevo.

En mi juventud pertenecí a la guerrilla de Alfaro vive carajo, y no fue como pintaron la cosa, yo y unos compañeros nos entrábamos con medicinas y comida para la gente abandonada en los adentros del monte, teníamos muchos ideales y era para un bien. Se perdió un momento pensativo.

Ella podrá tener su titulo pero no ha vivido como yo he vivido, con ciertos ojos de nostalgia y alegría a la vez queda mirando las luces de la avenida cuando ya es hora de mi bajada, con un fuerte apretón de manos y una sonrisa por el gusto de haber escuchado una parte de su vida me despedí de Don Beltrán e igual se despidió sonreído y con una aire de tranquilidad.

Comentarios

Hay muchos como Don Beltrán, que son pasados por encima a pesar de su experiencia.

Que historia tan linda, a mi gusta mucho entablar conversaciones con personas mayores, se aprende mucho de sus vidas.

Saluditos Robin!

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