Dulce encanto

Tarde de calma no ocultes la verdad
Se que ha muerto aquel sentimiento,
Tarde ten calma ahora que te hablo
Mira como esta ella blanca y fría,
Pobre locura mañana la enterramos.
Tarde no te pongas mal ni oscura
Quien sabe que algún día la veas
En la noche quizá este escondida
Pobre ilusión sola y perdida.
Tarde de lluvia por quien lloras
Nada te devolverá tu bien creado
Pasará la vida y estarás sola
Pobre pasión que has dejado.
Tarde tenue que inspira el alma
No te mueras antes de mí
Tampoco lo hagas por ese
Pobre corazón de ajonjolí.
Tarde eterna ten cuidado
No dejes tus encantos tirados
Recuerda que los dos hemos
Olvidado tantos sentimientos
Que lo único que nos queda es el
Pobre encanto de tenernos.
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