Carta II

Hola hola joven frondosa


En la carrera de la vida hay que saber simplemente llegar, no con técnica, no con experiencia, sino como se pueda, así que mis cartas con contenido literario no son nada sino una reacción a una realidad, no te preocupes de ser franca con tus palabras zafias, por que las entiendo ocultando un rostro jovial.


La alegría o el disgusto son parte de un mar clavado en las profundas y oscuras honduras de la naturaleza humana, el que sean por un motivo las hace mas interesantes, y que sean o dejen de ser románticas es un punto que no tiene importancia cuando se trata de una amistad como lo declaras; tenias o tienes razón cuando dices que hay cosas que no cambian y ahora comprendo que probablemente sea yo el que cambie.


El tiempo un tema fascinante para conversarlo acompañado con una taza de té, es un antónimo a lo que se desea, mientras esperas que se este quieto se escurre como agua entre los dedos, y cuando deseas que se vaya rápido se mantiene firme como estatua de claustro.


Detalles para ser contados de un exiliado es preferible que sigas escuchando a un chileno bien informado, yo te puedo contar cosas simples, sencillas, como las pesadillas que sufro de vez en cuando. O cosas muy complejas que ni yo entiendo pero que caben en mi pensar a diario.


Que bueno que la familia se encuentre bien, pues dicen que ese es el núcleo que se debe llevar, porque extrañamente esa es nuestra forma mas original en cuestiones de especies, la de mantener la especie alrededor de una sociedad, y por supuesto del que dirán.


Gracias por la carta y te haré caso de portarme mal ya que no he sacado nada siendo el buen amigo de los demás, me cuidare como siempre lo hecho, y mis sentimientos hacia a ti deben ser los que se tiene como el mejor amigo que tienes y un poco mas.


Besos y cuídate igual.

Robin