Olvidando una princesa!.
En la calma y sutil brisa de una mañana, se cayeron los recuerdos, las esperanzas y las ilusiones. Como la marea que sube durante la tarde y en la mañana se encuentra muy lejos de la orilla, así de vacía un día encontré mi alma después de pretender soñar.
Pensar que mientras observo el atardecer en el mismo lugar, y durante las estrellas se acomodan para verme pensar. La princesa por la quien inventaría una maquina para eliminar el mal, llora por los rincones de soledad y por causa de la maldad de un juego sin escrúpulos particular.
Solo me queda su sonrisa impregnada en la memoria como los corales de un arrecife, su templanza como las olas del mar que van moldeando las duras rocas de un acantilado, la dulzura como el manjar en la boca que no quieres que nunca termine, su existir como el aire que nunca veo pero que se que existe y me ayuda a respirar.
Ahora hay que seguir soñando pero ya en otras cosas, ahora es tiempo de avanzar, de continuar y si no hubo una reacción de no regresar ni para mirar.
Triste final de princesas y gitanos, pero desde un principio tenía que pensar en que estos dos prototipos no se llevarían jamás.
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