Para usted princesa

No te escondas princesa detrás de un mensaje, no me digas lo que ya se, aunque a veces es bueno recordarlo en la eternidad de nuestros corazones. Si no supiste expresarte en un momento determinado tus sentimientos no te preocupes que seguramente yo cometí el mismo error, o tal vez fui demasiado efusivo.

Si no dejaste transformarse las flores en frutos tampoco te culpo, esa cualidad de precaución seguramente es uno de las virtudes que te visten y que me gusta a pesar de tener aun ese sabor a incertidumbre.

Mírame princesa en la oscuridad de mis pasos, si dices que es mejor callar y sólo hablar con la mirada, mírame de nuevo princesa mía que no me cansare de conversarte devolviéndote otra mirada mía.

Princesa tus palabras me llenan de cierta forma, si no apareces ante mis ojos no te angusties, que mi corazón será tu castillo y habitaras como dices, y si no habito como yo quiero no creas que no me duele, pero se aprende andar con ese dolor y hasta se le invita a tomar un café entre los dos. Y si no habitas como tu quieres yo en eso no puedo ayudarte princesa porque se que tendrás razones de sobra para esa decisión pero siempre serás tu la tome aquella decisión.